miércoles, 7 de octubre de 2015

Tomás Eloy Martínez: Santa Evita (1995)

A lo mejor no estaba sucediendo nada de lo que parecía suceder. A lo mejor la historia no se construía con realidades sino con sueños. Los hombres soñaban hechos, y luego la escritura inventaba el pasado. No había vida, sólo relatos.